Europa busca su campeón y el apronte no ha podido ser mejor. El viernes, mientras el mundo celebraba el día de los trabajadores, el CSKA y el Panathinaikos tuvieron que trabajar y mucho para lograr su boleto en la final.
Los rusos, vigentes campeones de la competición, fueron sorprendidos de entrada por el Barcelona. El equipo de Xavi Pascual maniató al de Messina y contó con una labor descollante del centro australiano Andersen. El pivot, de discreta temporada, apareción en el momento más importante plantando cara a las que hasta hace un año fueron sus compañeros.
El CSKA comenzó la remontada en el segundo cuarto y en el período final contó con el aporte de un hombre que viene siendo constante en las últimas finales, Siskauskas.
El lituano, MVP de la temporada anterior, cogió el partido para sí cuando iba 61-62. Fue entonces que, con 13 puntos consecutivos (dos triples y un doble cayéndose incluidos), comenzó a sentenciar el choque. Holden (8) lo secundó bien desde la base y Langdon (15) aportó lo suyo. Por el lado del Barça todo quedó supeditado a la figura de Andersen (24). Navarro (13) y Lakovic (13), si bien aportaron lo suyo, no fueron todo lo desnivelantes que el equipo precisaba.
De esta forma los rusos ganaron 82-78 y se metieron en la definición del torneo.
Ahora el CSKA Moscú se verá las caras en la final ante el Panthinaikos griego. El equipo de Obradovic se impuso en el derbi ante el Olympiacos.
El 84-82 final, da muestras de lo parejo que fue el juego. Al igual que en la otra semifinal, fue un lituano el que decidió el juego. Se trata de Jasikevicius. El base culminó con apenas dos puntos en la primera parte, pero en el momento más importante del juego apareció como siempre ocurre.
A su influjo, el Panathinaikos sacó ventaja de siete a dos minutos del cierre. Pero tanto Childress (el hombre mejor pago de Europa) como el veterano base Papaloukas no tenía en mente tirar la toalla. Con el juego empatado en 82 Pekovic (20) anotó la última canasta a falta de un minuto. Al Olympiacos se le cerró el aro y no pudo empatar pese a los intentos de Bourousis y Childress (que no justificó para nada el dinero invertido en él).
De esta forma Jasikevicius (18) y los suyos se metieron en la final.
Una final que enfrentará a dos entrenadores ultra consagrados. Obradovic con seis títulos y Messina con cuatro.
Seguramente, Berlín sea testigo el domingo de un final cerrado en el que las grandes individualidades inclinarán la balanza para uno u otro equipo.
Veamos este interesante video de los segundos finales del derbi griego