Ganando los dos encuentros de forma apretada, el campeón uruguayo demostró que es un equipo serio y maduro y que cuentan con jugadores a los que el mercado local le está quedando pequeño. Estamos hablando del base Martín Osimani y del escolta Leandro García Morales. Curiosamente, ambos jugadores tienen formación universitaria en los Estados Unidos.
Tanto García Morales como Osimani son pilares del seleccionado uruguayo, al que accedieron gracias a la oportunidad brindada por el actual entrenador de Bigúa, Ernesto “Ché” García. Osimani es un base con excelente lectura de juego y mucho gol. Quizás no de asistencias espectaculares pero su muñeca siempre está a disposición del equipo cuando este lo necesita.
Leandro, es un goleador. Un tirador de muñeca caliente, que sabe atacar el aro cuando las cosas no le salen. Además cuenta con un gran porcentaje de efectividad desde la línea.
Esos detalles unidos a la colaboración de Mauricio Aguiar (hombre de selección), Juan José Rovira y sobretodo de los extranjeros Kevin Young y Ruben Wolkowyski hacen de Bigúa uno de los equipos má duros del continente. Lleva 8 partidos invictos a nivel internacional y ha demostrado que no le pesa la responsabilidad de jugar como visitante.
Un grata sorpresa para el básquetbol uruguayo que desde hacía muchos años no tenía una figuración tan buena a nivel de clubes.